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Comprar una casa reformada o para reformar es una cuestión que cabe analizar en profundidad. La respuesta no siempre es la misma, aunque ahondaremos en todos los puntos que hay que tener en cuenta para llegar a una conclusión con la que puedas tomar una buena decisión. Por ejemplo, debes tener en cuenta si la compra se va a realizar para una primera vivienda o para obtener rentabilidad. También es importante tener en cuenta otros factores como la ubicación o la antigüedad. Te lo contamos todo aquí:
Pros y contras de una vivienda reformada
Lo mejor de que tiene una casa que ya está reformada es que no supone más dolores de cabeza después de la compra. Esto implica un ahorro de tiempo, por supuesto. Sin embargo, no tiene porque traducirse en un ahorro económico.
Al reformar una casa y ponerla a la venta, se suele incrementar el valor de esta. Y este aumento en el precio repercute superando la inversión realizada. Por ejemplo, si se reforma por valor de 15.000 € una vivienda con un precio original de 150.000 €, el precio de salida al mercado no será la suma de estas cantidades (unos 165.000 €). El cálculo que se suele hacer es, como poco, un incremento del 15% al 20%. Teniendo esto en cuenta, se aumentaría el precio de la vivienda entre unos 22.500 € y unos 30.000 €. Así pues, estarás pagando la comodidad de no tener que encargarte de la reforma.
Otro punto sustancial es que la reforma será al gusto del vendedor. Esto implica que no todo lo que se habrá reformado será como desearías. Además, cuando se hace una reforma para obtener dinero, se suele tender a enmascarar más que en rehabilitar. Esto supone que las calidades de la vivienda podrían no ser las mejores. Cómo no, también podrías encontrarte con elementos que necesiten una reforma antes de lo que puedas suponer. Además, al existir ya una reforma de la vivienda, si en algún momento quisieras personalizar tu hogar y meterte en una nueva obra, los costes se incrementarían bastante. Ten en cuenta que reformar una vivienda de obra es mucho más sencillo que realizar reformas sobre reformas. Por no decir, que en ocasiones, ciertas reformas impiden hacer más cambios a posteriori. La conclusión es sencilla, si quieres comprar una vivienda reformada, debes tenerlo muy claro.
Pros y contras de una vivienda a reformar
En el otro lado de la balanza se encuentran las viviendas a reformar. Aquí se abre todo un abanico de posibilidades.
La primera gran ventaja es que tú controlas el precio. Desde luego, una casa que está en mal estado te saldrá mucho más barata que cualquier otra opción. Además, podrás decidir cuánto quieres invertir en ella para que sea lo que tu quieres.
En cualquier caso, debes dar por hecho que una reforma integral bien hecha no te saldrá por menos de 20.000 €. Como es lógico, puedes invertir mucho menos y obtener un gran resultado estético. A pesar de ello, no cubrirías ciertas necesidades técnicas como el cableado, las conducciones de agua, los aislamientos, etc. Sé consecuente con lo que estás dispuesto a invertir y recuerda que lo barato sale caro.
La otra gran ventaja es que la vivienda será todo lo que tu quieras que sea. Podrás acomodar el espacio a tu gusto, tanto a nivel distribución del espacio como a nivel acabados y decoraciones. Además, tendrás libertad para aportarle todas las calidades que consideres, mejorar su eficiencia energética, las comodidades, etc.
No obstante, como es lógico entrarás en una reforma y todo lo que ello implica. Desde realizar todo el papeleo y pedir los permisos hasta tener que ir a diario a controlar cómo se desarrollan las obras. Esto supone una inversión más allá del dinero. Tendrás que aportar tu propio tiempo, esfuerzo y concentración para que todo sea perfecto. La realidad es que quien no se preocupa por su propia obra al final se encuentra con sorpresas.
Sorpresas en una reforma de vivienda
Cuando se reforma una vivienda, hay que estar pendiente de la obra en todo momento. No porque la empresa de reformas vaya a hacerlo mal. Ni mucho menos. Sino porque cualquier reforma integral genera sorpresas que habrá que tener en cuenta y que afectarán al presupuesto. Por ejemplo, te puedes encontrar con que los aislamientos, que parecían en perfecto estado, necesitan ser renovados. Y esto se descubre cuando se está obrando en la casa. Otro punto importante es que tu puedes tener una visión muy clara, pero que no coincida con la del reformista. Estar al pie del cañón te permitirá ir limando esas diferencias para que el trabajo llegue a buen puerto.
Otros factores para decidir si es mejor comprar una casa reformada o a reformar
A parte de lo ya mencionado, hay que tener en cuenta varios puntos esenciales:
- ¿Será tu primera residencia? Si es así, quizás sea mejor que reformes tú mismo para que todo esté a tu gusto.
- ¿Prefieres vender o alquilar después de la compra? En ese caso, analiza la rentabilidad. Por ejemplo, una vivienda en Madrid se revalorizará mucho con una reforma y será más caro comprarla ya reformada. Sin embargo, una casa en las afueras de Albacete no te dará los mismos frutos económicos si la vas a reformar, aquí si será mejor comprarla ya reformada.
En cualquier caso, la decisión es tuya. Contacta con una buena empresa de reformas y analiza bien tus opciones. No te dejes llevar por las prisas, pues todos estos procesos llevan su tiempo y hay que saber gestionarlos. Al final del día, todo depende de ti y de si quieres invertir más dinero o si prefieres invertir más tiempo y esfuerzo.
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