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Una reforma siempre supone un elaborado proyecto en el que hay que tener en cuenta hasta el último detalle. Por no hablar de una reforma integral, que implica incluir los baños y la cocina en la ecuación. No obstante, que todo salga perfecto no es nada fácil debido a la impecable gestión que hay que realizar. Más si la casa es antigua y se desconoce el estado estructural en el que se encuentra.
Así pues, son muchas las sorpresas que pueden aparecer en una reforma debido al estado de la vivienda. Si a ello le sumamos el siempre presente factor del error humano y el estrés que puede llegar a generar, nos encontramos con un ambiente óptimo para que aparezcan los imprevistos. Por esa razón, en este artículo abordamos cuáles son tales imprevistos para que no te pillen por sorpresa. Atento.
Imprevistos que aparecen en una reforma integral del hogar
El estado de una vivienda suele ser el principal origen de imprevistos y sorpresas a la hora de hacer una reforma completa. Y es que, aunque una vivienda parezca en perfecto estado a primera vista, su estructura puede ser todo un desastre. En este sentido, es fundamental tener en cuenta elementos como los siguientes:
- Desniveles en suelo, techo y paredes
- Instalación de las tuberías y estado de las cañerías
- Instalación eléctrica y eficiencia energética
- Aislantes termo-acústicos
- Impermeabilizaciones
- Humedades internas
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Posibles desniveles en la vivienda
Generalmente se presta atención al suelo, donde es más fácil identificar este tipo de problema. No obstante, nunca hay que pasar por alto los de las paredes y los del techo. Estos son bastante más complejos de detectar y, en principio, alguien novato en reformar su hogar no se lo plantea. Por eso hay que plantear siempre esta cuestión al reformador para que lo tenga en mente de cara a rematar la obra e instalar la carpintería.
Estado de las tuberías y cañerías de la casa
Otro elemento fundamental al hacer una reforma integral es el estado en el que se encuentran las tuberías y, en general, todo lo relacionado con el flujo del agua. Hay que observar que los conductos no estén desgastados. Si la vivienda es antigua, esto suele ser muy habitual. Además, también hay que contar con una de las sorpresas más desagradables. Que durante la obra, al levantar los azulejos, se rompa alguna tubería. No es algo que suceda constantemente, pero tampoco es un desconocido para los reformistas.
Estado de la instalación eléctrica y eficiencia energética
La instalación y el cableado eléctrico supone otro elemento que puede traer muchas sorpresas. En general, hay que fijarse en que todos los aislamientos estén bien hechos. Si no es así, habrá que añadir una partida extra al presupuesto.
También hay que tener en cuenta el consumo habitual que se hace de electricidad para que la instalación no sufra sobrecargas habituales. Esto dañaría al sistema y con el tiempo afectaría a los aislamientos y aumentaría el riesgo de cortocircuitos.
Por último, y siendo previsores con el futuro, es importante pensar en mejorar la eficiencia energética del hogar todo lo posible. Esto supondrá un ahorro constante en tu día a día que, a medio plazo, notarás en tu bolsillo.
Aislamientos sonoros y térmicos al reformar una casa
Los aislamientos en paredes y techos también pasan muy desapercibidos. La mayoría de las viviendas antiguas no los tienen o son de mala calidad. Sobre todo comparado con los materiales disponibles hoy en día. Ya que vas a hacer una reforma integral, lo mejor que puedes hacer es instalar reforzamientos de las estructuras de paredes colindantes con casas contiguas para evitar al máximo los ruidos. Otro punto al que prestar atención es el suelo. Si tienes vecinos abajo, instalar un aislamiento acústico te evitará que suban a quejarse.
También es óptimo instalar aislantes en las paredes que den al exterior para disminuir el frio y el calor. Si vives en un ático, tu vivienda tiene boardilla, o se trata de un chalet con techo plano, también deberás instalar aislantes para que el calor no convierta la casa en un horno durante el verano.
Impermeabilizaciones de suelo y techo
Es posible que no te hayas encontrado con humedades en la casa o que nunca hayas tenido goteras. Pero esto no significa que las impermeabilizaciones de la vivienda se encuentren en perfecto estado. Sobre todo si se realiza una reforma integral que implica levantar suelos y techo. Al hacerlo, se puede llevar por delante estas instalaciones y hay que colocarlas de nuevo. No obstante, lo más recomendable es sustituirlas. De este modo,evitarás problemas en el futuro.
Humedades internas
En los típicos programas de reformas este suele ser un problema bastante recurrente. Sobre todo si hablamos de reformar casas con vigas de madera. Se trata de humedades que, ya sea porque existe un material, como la madera, que va absorbiendo el agua, o porque existe un punto de fuga de la humedad que no es visible, pasan totalmente desapercibidas. Con los años, terminan por destruir la estructura y suponen uno de los contratiempos más graves.
Este problema es habitual en zonas costeras, por ejemplo, en el que edificios con vigas de hierro tienden a destrozarse internamente porque se van oxidando hasta que no soportan el peso de la construcción y se derrumban. Por esa razón, si la casa que vas a reformar es muy antigua o se encuentra en una zona muy lluviosa o con húmeda ambiental constante, plantéate este problema.
Cómo afrontar las sorpresas en reformas integrales
La mejor forma de evitar que este tipo de problemas no desbaraten por completo tu plan de reforma integral es hacer una buena gestión del presupuesto. Para ello, lo más recomendable es calcular que el 20% de tu presupuesto se destinará a este tipo de contratiempos. Así no tendrás que preocuparte por imprevistos y siempre tendrás el control de la reforma.
Por último, queremos dejarte con un pequeño consejo que mucha gente no tiene en cuenta. Es mejor no comprar los muebles antes de que termine la reforma. Así no te quedarás con una mano delante y otra detrás si algún imprevisto ha obligado a cambiar los metros cuadrados disponibles.
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