¿Qué es mejor: paredes interiores de pladur o de ladrillo?

Diferencia entre las paredes de pladur y las paredes de ladrillo

Las paredes de ladrillo son aquellas que están formadas por muchos bloques de arcilla puestos unos encima de otros mediante cemento y posteriormente enyesados. Por otro lado, las paredes de pladur consisten en placas prefabricadas de yeso laminado entre dos capas de cartón.

Como puedes ver, la diferencia a nivel técnico entre ambos tipos de pared es abismal. Dada su descripción, es cierto que el pladur ha ganado mala fama y mucha gente lo considera peor que el ladrillo. No obstante, esto no es cierto. Sencillamente, es diferente y aporta otras cualidades a la construcción.

Ventajas de las paredes de pladur sobre las paredes de ladrillo

El auge de las paredes de pladur tiene su origen en una serie de ventajas muy notables. En este sentido, son mejores que las paredes de ladrillo en los siguientes aspectos:

• Rapidez. Su instalación se realiza en menos tiempo, ya que las placas están prefabricadas y basta con colocarlas.
• Limpieza. Su colocación es más una tarea de montaje que de obra pura y dura. Por ese motivo, apenas generan escombro y suciedad en comparación con la obra de una pared de ladrillo.
• Aislantes. Los paneles de pladur pueden ser de diferente tipo e ir reforzados con placas aislantes térmicas, ignífugas, anti-humedad y anti-ruido.
• Conducciones. Su composición permite dejar un hueco y accesos para instalar todo tipo de conducciones, como cables o tuberías, de forma mucho más sencilla que las paredes de ladrillo.
• Ligereza. El pladur es mucho más ligera que el ladrillo, por lo que la estructura del edificio puede soportar mucho mejor su carga. Esto es una gran ventaja sobre todo en edificaciones antiguas o con riesgo de aluminosis.
• Elasticidad. El cartón, además de actuar como aislante térmico, aporta mucha flexibilidad. Gracias a ello aparecen menos grietas y disminuye la transmisión de movimientos si el terreno es inestable o si hay cambios de temperatura intensos.
• Liso. Debido a que se montan mediante placas, el resultado tiene muchas menos imperfecciones que el ladrillo si se desean paredes lisas.
• Adaptabilidad. Se pueden solicitar piezas de pladur a medida para crear techos falsos, paredes curvas y un largo etcétera. Esto supone obtener resultados de obra mucho más interesantes que los rígidos ladrillos.

Desventajas de las paredes de pladur

De todos modos, estas placas también tienen sus inconvenientes:

• Endeble. Si por algo se conoce a las paredes de pladur es porque no son capaces de soportar apenas peso. Esto es muy importante, ya que en una vivienda es normal colocar todo tipo de cosas en la pared. Además, no resisten bien el paso del tiempo ya que el golpe más inesperado puede dejar muescas e imperfecciones con mucha facilidad.
• Refuerzos. Dada su debilidad, es necesario instalar refuerzos extra en las zonas donde se vayan a colgar objetos de peso considerable. Esto incluye también los refuerzos aislantes, que deberán ser instalados si la zona tiene temperaturas extremas, riesgo de incendio, mucho ruido o mucha humedad.
• Planificación. Precisamente porque suele ser necesario instalar refuerzos, es necesario decidir con antelación qué se colgará y donde, así como donde irán las placas aislantes. Esto implica que, una vez instalada la placa, ya no hay vuelta atrás salvo que se desee realizar otra reforma, por lo que se debe tener muy clara la distribución de la vivienda desde el principio.
• Transporte. Al ser placas rígidas y de un tamaño considerable, no caben en cualquier ascensor o escalera. Esto puede implicar que sea necesaria una grúa para que el pladur llegue al domicilio.

Ventajas de las paredes de ladrillo sobre las paredes de pladur

En el lado contrario del campo encontramos a las conocidas paredes de ladrillo, que también tienen sus ventajas:

• Resistencia. Su composición y estructura permite que soporten mucho más peso que cualquier pared de pladur, incluso si esta tiene refuerzo.
• Despreocupación. Gracias al punto anterior, no requieren planificación para instalar refuerzos. Por ese motivo, no tienes que preocuparte por la distribución ni de lo que vayas a poner en la vivienda.
• Robustez. Del mismo modo que una pared de ladrillo es capaz de soportar mucho peso, también aguanta bien los golpes.
• Transporte. Lógicamente el material de obra es mucho más fácil de transportar ya que se puede hacer poco a poco. Gracias a ello, puede llegar a cualquier rincón sin complicaciones.
• Aislante acústico. Las paredes de ladrillo reducen mejor el ruido que el pladur.
• Remates. Las paredes de ladrillo permiten trabajar fácilmente con recovecos, esquinas, salientes y remates de todo tipo.

Desventajas de las paredes de ladrillo

A pesar de todo, las paredes de ladrillo también tienen sus inconvenientes:

• Suciedad. La obra que hay que hacer para poner paredes de ladrillo genera muchos más residuos y escombros que el pladur.
• Lentitud. El proceso para construir una pared de ladrillo es mucho más largo que el necesario para el pladur.
• Adaptabilidad. Las paredes de ladrillo son como son, no se les pone placas extra, de modo que no se adaptan tan bien a la humedad, la temperatura o el riesgo por incendio. Además, hay formas que no es posible realizar con una construcción de ladrillo.
• Imperfecciones. Este tipo de paredes tienen un acabado mucho menos perfecto visualmente.

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¿Qué es más barato, el ladrillo o el pladur?

Respecto al coste que supone optar por cualquiera de estas opciones, debes saber que:

• El ladrillo. El material es mucho más barato, sin embargo, la obra es mucho más larga.
• El pladur. El material es más caro, sobre todo si se añaden placas de diferentes tipos para reforzar la estructura o hacerla resistente contra la humedad, el fuego o la temperatura. Para compensar, la obra es mucho más rápida.

En definitiva, cada opción tiene sus pros y sus contras, por lo que al final el precio suele ser bastante similar. Lo que debe tener en cuenta a la hora de decidir tiene que ver más con tus necesidades y lo que quieres priorizar en tu reforma.