Evita las humedades antes de necesitar una reforma

¿Cómo detectar y actuar frente a los primeros signos de humedad?

Reconocer a tiempo los primeros signos de humedad en tu hogar puede evitar problemas mayores y costosas reformas en el futuro. Estar atento a estas señales iniciales no solo te permitirá mantener la integridad de tu vivienda, sino también proteger la salud de todos los que viven en ella. Aquí te explicamos cómo identificar y responder efectivamente a estos primeros indicios:

• Manchas de agua en paredes y techos: Una de las señales más claras de humedad son las manchas de agua. Pueden aparecer en tonos más oscuros o con texturas húmedas. Si notas estas manchas, es crucial investigar su fuente y abordarla lo antes posible para evitar que el daño se extienda.
• Aparición de moho o mal olor: El moho suele desarrollarse en ambientes húmedos y puede ser visible en las esquinas de las habitaciones, cerca de ventanas o en zonas donde el agua se estanca. Además de ser un riesgo para la salud, el moho emite un olor característico a humedad. Si detectas estos signos, es esencial aumentar la ventilación y considerar tratamientos antimoho.
• Decoloración y deterioro de materiales: La humedad prolongada puede causar que pinturas, papeles tapiz o revestimientos se despeguen, se hinchen o decoloren. Estos cambios no solo son estéticamente desagradables sino que también indican una humedad activa.
• Condensación excesiva en ventanas: La condensación en las ventanas, especialmente durante meses más fríos, puede ser un indicador de alta humedad interna. Aunque la condensación ocasional es normal, la persistencia de esta puede requerir medidas como la mejora de la ventilación o el uso de deshumidificadores.

8 Métodos para evitar que salgan humedades en casa

Las mejores opciones para que no aparezcan humedades en las paredes de casa son las siguientes:

Ventilar todos los días

La mejor forma de luchar contra las humedades es hacer un sencillo ejercicio todos los días. Abre las ventanas de cocina, baños y demás durante al menos 10 minutos. Si la tarea te resulta algo pesada, puedes evitarlo en los meses más cálidos, pero debes hacerlo diariamente en invierno.

Por otra parte, si tu casa permite que corra la corriente, mucho mejor. En el trastero o patio interior, abre la puertas y ondéalas para que generen aire, como un abanico. Así conseguirás que el aire se depure un poco. Tras pasar 10 minutos, cierra y listo.

De este modo, conseguirás sustituir el aire estanco de la sala que estés ventilando. Así las partículas de agua que están suspendidas y que se van condensando poco a poco se mezclarán con el oxígeno y se desharán. El principio es muy sencillo: es igual a cuando soplas para que el pegamento se seque antes.

No uses calefactores de butano

Ya sean estufas, calentadores, radiadores o calefactores, siempre que sean de butano, es mejor evitarlos. Todos estos aparatos, muy similares entre si, generan como residuo H2O, es decir, partículas de agua.

La realidad es que el calor que emanan estos electrodomésticos es muy húmedo, por lo que propicia que las paredes lo absorban. El riesgo aumenta si hay algún tipo de grieta.

Aunque resulte más costoso, prueba con otras opciones para aclimatar la casa. Al final, saldrás ganando, pues cuesta menos pagar algo más de electricidad que pagar una reforma por culpa de las humedades.

Mantén a raya las grietas y fisuras

Revisa habitualmente si hay grietas o fisuras en tu fachada exterior y en las paredes del interior de la vivienda. La humedad llega fácilmente a cualquier recoveco. Lo difícil es que salga. Por tanto, intenta tener en buen estado aquellas zonas en las que percibas que haya riesgo de que esto suceda.

En esta misma tesitura, ten cuidado a la hora de hacer agujeros en las paredes. Si lo haces, lo recomendable es que untes el borde de los tacos o elementos que vayas a introducir con algo de masilla. De este modo, sellarás bien el agujero, garantizarás mayor sujeción y evitarás las humedades.

Por último, cierra puertas y ventanas con precaución. Los golpes fuertes pueden generar roturas en los contornos que terminan agrietando las paredes.

No dejes de revisar los elementos de desagüe

Los desagües y otros elementos de evacuación de agua suelen ser el principal factor que genera problemas de humedad. La mejor opción es que, al menos una vez al año, hagas una buena limpieza de estos. Puedes hacerlo utilizando productos especializados, desatascadores o contratando a un buen profesional.

Evita las acumulaciones de vapor

Si estás cocinando y hierve el agua, ten el extractor siempre encendido. La cocina es uno de los puntos calientes donde más humedades aparecen. Si te estás duchando con agua caliente, hazlo con la ventana un poco abierta. Si tu baño no cuenta con ventana, abre la puerta un poco. En definitiva, evita que el vapor se aglomere en una misma zona durante demasiado tiempo. Si no puedes hacer nada para que esto no suceda, ventila bien después.

No pongas puertas metálicas

En las casas son poco habituales. No obstante, las puertas metálicas son algo muy común en trasteros, patios y garajes. En estas zonas de la vivienda es mejor utilizar otro material. Esto se debe a que los metales tienden a oxidarse porque atrapan partículas de agua. Además, suelen ser poco flexibles, de modo que siempre hay alguna rendija por la que puede entrar la humedad… ¿recuerdas el punto sobre las grietas? Pues aquí el efecto es similar. La mejor alternativa para que esto no suceda es poner puertas de PVC. Se adaptan mejor a los marcos y no atraen la humedad.

Prueba con ventanas dobles o climalit

Las ventanas con doble acristalamiento o con climalit son perfectas para aislar. Lo que hacen es que evitan la entrada de cualquier agente externo a la estancia. Así, la humedad no entra con tanta facilidad.

Si no tienes presupuesto para hacer semejante cambio, lo cual es bastante normal, puedes poner un contorno de silicona en los marcos. Aunque no es igual de eficaz, servirá para mantener las humedades a raya.

Aísla las estancias con más humedad

Si en alguna parte de tu casa ya han aparecido humedades, mantenla bien cerrada. Esto evitará que la humedad se propague a otros lugares de la casa. De todos modos, no dejes de ventilar durante esos 10 minutos al día. Será fundamental para que la cosa no vaya a peor.

Además, intenta reparar la humedad lo antes posible. De lo contrario, se irá extendiendo poco a poco hasta llegar al resto del hogar.

Beneficios de mantener tu casa libre de humedad

Mantener tu hogar libre de humedad no es solo una cuestión de comodidad, sino también una inversión en la salud y el valor a largo plazo de tu propiedad. La humedad excesiva puede causar una serie de problemas, desde daños estructurales hasta problemas de salud para los habitantes. Aquí te explicamos los principales beneficios de asegurarte de que tu casa permanezca seca y bien ventilada:

• Mejora de la calidad del aire interior: Un hogar sin humedad significa menos riesgo de moho y ácaros del polvo, que son conocidos por provocar alergias y problemas respiratorios. Mantener un ambiente seco ayuda a crear un espacio más saludable para ti y tu familia.
• Conservación de la estructura del hogar: La humedad puede deteriorar rápidamente materiales de construcción como la madera y el yeso. Al prevenir la humedad, reduces el riesgo de pudrición, hongos y otros daños que pueden comprometer la integridad estructural de tu casa.
• Aumento del confort: Un ambiente húmedo puede sentirse más frío en los meses de invierno y más caliente en verano, lo que afecta el confort general de tu hogar. Controlar la humedad ayuda a mantener una temperatura interior más constante y agradable.
• Eficiencia energética mejorada: Un hogar sin humedad se calienta y se enfría más eficientemente, lo que se traduce en menos gasto de energía para calefacción y aire acondicionado. Esto no solo ahorra dinero en facturas de servicios, sino que también reduce tu huella de carbono.
• Prevención de daños en decoraciones y pertenencias: La humedad puede causar que los muebles, libros, ropa y otras pertenencias se deterioren o desarrollen mal olor. Mantener un ambiente seco ayuda a proteger tus objetos personales y evita costosas reposiciones o reparaciones.
• Incremento del valor de la propiedad: Un hogar bien mantenido y libre de problemas de humedad es más atractivo para los compradores potenciales. Esto puede traducirse en un mayor valor de reventa y una venta más rápida si decides poner tu propiedad en el mercado.

En resumen, la prevención de la humedad no solo protege tu hogar y salud sino que también representa un ahorro económico significativo a largo plazo. Invertir en medidas para controlar la humedad es una decisión inteligente que beneficia a todos los aspectos de tu vida doméstica.

¿Por qué es crucial reformar cuando las humedades se vuelven crónicas?

Cuando la humedad en una vivienda se convierte en un problema crónico, no solo afecta a la estructura del edificio, sino que también puede tener impactos negativos sobre la salud de sus habitantes y sobre la eficiencia energética de la casa. En estos casos, realizar una reforma no es simplemente una opción, sino una necesidad crucial para proteger la inversión y el bienestar. Aquí exploramos por qué es esencial tomar medidas correctivas serias cuando te enfrentas a problemas persistentes de humedad:

• Prevención de daños estructurales graves: La humedad crónica puede debilitar los cimientos de una casa, dañar las vigas de soporte y deteriorar otros elementos estructurales críticos. Esto no solo compromete la seguridad de la estructura sino que también puede llevar a costosas reparaciones a largo plazo. La reforma permite abordar estos problemas desde la raíz, asegurando que tu hogar siga siendo seguro y estable.
• Eliminación de riesgos para la salud: El moho y otros patógenos prosperan en ambientes húmedos y pueden causar una variedad de problemas de salud, desde alergias y asma hasta condiciones más serias. Renovar las áreas afectadas por la humedad y tomar medidas para prevenir su regreso puede mejorar significativamente la calidad del aire interior y proteger la salud de tu familia.
• Mejora de la eficiencia energética: La humedad en paredes y aislamiento puede reducir significativamente la eficacia de estos materiales para mantener el calor, lo que resulta en un aumento del consumo de energía. Al reformar y reemplazar materiales dañados por la humedad, puedes mejorar la eficiencia térmica de tu casa, reduciendo así las facturas de energía y aumentando el confort general.
• Restauración del valor de la propiedad: Una casa con problemas de humedad crónicos es menos atractiva para los compradores potenciales. Al realizar una reforma integral que aborde estos problemas, puedes restaurar o incluso aumentar el valor de tu propiedad, haciéndola más atractiva en el mercado inmobiliario.
• Prevenir problemas futuros: Una reforma bien ejecutada no solo soluciona los problemas existentes, sino que también puede implementar soluciones preventivas como mejor aislamiento, barreras de vapor mejoradas y sistemas de drenaje eficaces que impiden la recurrencia de la humedad.

¿Cómo podemos ayudarte a prevenir y tratar las humedades?

En ReformasLaquant, entendemos lo crítico que es mantener un hogar libre de humedades no solo para la estructura de tu propiedad, sino también para la salud de quienes viven en ella. Nuestro equipo de expertos está equipado con las herramientas y el conocimiento necesario para identificar, prevenir y resolver eficazmente problemas de humedad.

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