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Alisar las paredes de una casa se ha convertido en uno de los requisitos obligatorios en cualquier buena reforma. O, incluso si no hay reforma, es una de las tareas que mayor prioridad tienen si se cuenta con paredes que tienen mucha curvatura, desperfectos o rugosidades. Y es que las décadas de los sesenta y los setenta trajeron consigo un boom urbanístico que requería construir rápido y barato. Esto supuso un aluvión de casas cuyas paredes mostraban imperfecciones como los desniveles o que no fuesen completamente rectas. En cualquier caso, hoy en día soplan otros vientos y la gente quiere mejores acabados. Por eso te traemos esta guía definitiva para alisar tus paredes como un profesional, sean con o sin gotelé ¡Presta atención!
Lo que debes tener en cuenta antes de alisar una pared
Antes de ponernos manos a la obra tendrás que verificar en qué estado se encuentra la pared que quieres alisar. Así pues, asegúrate de cumplir estos requisitos para que todo salga perfecto:
➡️ Si la pared que quieres alisar ya ha sido pintada, es mejor no utilizar yeso o escayola sobre ellos. En su caso, deberás comprar una pasta especialmente indicada para paredes ya pintadas.
➡️ En paredes lisas con imperfecciones, asegúrate de lijar antes todas esas imperfecciones y de que esta se encuentra perfectamente limpia antes de empezar a trabajar.
➡️ Para quitar el gotelé de las paredes , si lo tienen, tendrás que cubrir todo el relieve con una pasta niveladora. Si esto resulta muy caro, también puedes limpiar la pared a fondo y, cuando esté impoluta, humedecer el gotelé con una esponja. Acto seguido deberás deshacer poco a poco todos los grumos de la pared con una espátula y terminar lijando la superficie hasta que quede recta.
¿Cómo alisar una pared? Paso a paso
Para ir paso por paso, lo primero que debes tener en mente serán los materiales y las herramientas necesarios para alisar tus paredes:
Herramientas necesarias
Necesitarás todas estas herramientas para alisar las paredes:
- Llana metálica o de plástico
- Espátula
- Lijas de distintas medidas
- Llana abrasiva
Materiales necesarios
Otro factor fundamental son los materiales y en este punto es donde se suelen cometer más errores. Si la pared que quieres alisar tiene gotelé o no quieres volverte loco lijando, necesitarás:
- Pasta para alisar paredes
- Imprimación o sellador
- Pintura plástica o de látex
Si la pared no ha sido pintada, necesitarás:
- Yeso o escayola
- Masilla
En cualquier caso, cuando vayas a comprar los materiales, hazle un buen cuestionario con todas tus dudas al profesional encargado de vendértelos. Así te informará sobre cuál es el que más te conviene, los que tienen mejor calidad precio, etc.
Pasos durante el proceso de alisar una pared
Ahora que ya tienes tus materiales y herramientas a mano, es el momento de comenzar con el alisado:
- Prepara la pasta para alisar paredes: Sigue estrictamente las indicaciones del fabricante para hacer la mezcla. De lo contrario, el acabado puede ser desastroso. Si no quieres liarte mucho con este paso, puedes comprar pasta pre-mezclada, pero bastante más cara.
- Aplica la pasta para alisar paredes con la llana de metal: Utilizando la llana, que recomendamos que sea metálica, aunque puede ser de plástico, ve aplicando la pasta de la manera más uniforme posible sobre toda la superficie. Para ello haz surcos firmes pero sin pasarse de fuerza realizando un movimiento semicircular.
- Repasa la pared con la espátula: No te obsesiones por dejarlo perfecto en el paso anterior porque ahora deberás usar la espátula para retirar los excesos de pasta y repasar de nuevo con la llana para aplicar pasta allá donde veas necesario.
- Espera a que se seque: Tras dejar tu pared en el estado deseado, tendrás que esperar a que se seque de forma natural. Esto es crucial, si intentas acelerar el proceso con aire caliente o la tocas si aún no está seca echarás tu esfuerzo a perder. Norma número 1 a la hora de alisar paredes: se muy paciente.
- Repasar de nuevo y volver a dejar secar: Has leído bien. Lo excepcional es que el alisado salga perfecto a la primera. Por eso debes repetir los dos puntos anteriores las veces que sean necesarias, tomando todo el tiempo que eso conlleva, hasta que la pared esté como debe estar.
- Lijar la pared: Para darle ese acabado perfecto, tendrás que lijar la pared con la lija del grosor adecuado. Hazlo con movimientos circulares y con mucha paciencia hasta que esta quede suave.
- Aplicar la imprimación: Cuando superes el paso anterior, toca aplicar el material de imprimación. Este cerrará poros y ayudará a que la pintura se absorba mejor.
- Lijar de nuevo y repasar: Para garantizar que la pared queda lisa al 100%, vuelve a repasar con la lija. Fíjate muy bien si han quedado imperfecciones como grietas. Si es así, tendrás que aplicar pasta en esa zona y repetir el proceso.
- Pintar: Ahora que ya tienes tu pared completamente lisa, es el momento de pintarla a tu gusto ¡Enhorabuena, has llegado hasta el final!
Resultado: paredes lisas para pintar o decorar sin límites de imaginación
Es cierto que tener paredes lisas es un trabajo arduo y cansado, pero el resultado es una maravilla. A partir de ahora podrás disfrutar de una casa con paredes que darán más sensación de amplitud y limpieza. Además, cualquier decoración que desees poner quedará mucho mejor.
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